A veces creo que no es casual que el único bien material que tengamos sea una cochera, con todos los significados que esa palabra tiene.
Ayer fui a la abogada para llevarle el acta de matrimonio. Estaba como nueva.
No me esforcé demasiado para encontrarla. Sabía exactamente dónde la había dejado. Algo que es llamativo en mí. Muchas veces no recuerdo donde están las cosas. Y si insisto demasiado sólo logro olvidarlas y darlas por perdidas.
La cosa es que la abogada me explicó que mañana puedo ir a firmar un documento que antes debo leer. Si o si. Que no me va a llevar mucho tiempo… y esas cosas.
Después viene una audiencia para ver si podemos arreglarnos. Si por ahí, quien dice, nos vemos de otra manera, o de la misma manera o por casualidad estalla una bomba cerca y él me salva la vida y de nuevo yo me enamoro. No sé bien qué esperará el juez.
La cosa es que ya nadie cree que la gente se arrepienta de terminar las cosas. A menos, el amor no puede brotar de las baldosas de los tribunales.
Lo cierto que es la primera vez que tengo que ir a decir que ya no lo amo. Que no es posible la vida juntos en estas circunstancias. Que nuestras diferencias son irreconciliables.
A mi se me hace que es como firmar un certificado de defunción. Y la audiencia es como ir a reconocer los cuerpos.
Pero no sé. La verdad es que no sé cómo es.
Pero algo de muerte hay acá. Y creo que la muerte sí puede meterse en los ascensores de esos edificios. Y puede pegarse el olor. Uno puede confundir ese olor, claro. Uno puede creer que es cualquier otro olor y listo.
Pero vuelvo al punto. No es casual que el único bien material que tengamos sea una cochera.
Con todos los significados que esa palabra tiene.
Ayer fui a la abogada para llevarle el acta de matrimonio. Estaba como nueva.
No me esforcé demasiado para encontrarla. Sabía exactamente dónde la había dejado. Algo que es llamativo en mí. Muchas veces no recuerdo donde están las cosas. Y si insisto demasiado sólo logro olvidarlas y darlas por perdidas.
La cosa es que la abogada me explicó que mañana puedo ir a firmar un documento que antes debo leer. Si o si. Que no me va a llevar mucho tiempo… y esas cosas.
Después viene una audiencia para ver si podemos arreglarnos. Si por ahí, quien dice, nos vemos de otra manera, o de la misma manera o por casualidad estalla una bomba cerca y él me salva la vida y de nuevo yo me enamoro. No sé bien qué esperará el juez.
La cosa es que ya nadie cree que la gente se arrepienta de terminar las cosas. A menos, el amor no puede brotar de las baldosas de los tribunales.
Lo cierto que es la primera vez que tengo que ir a decir que ya no lo amo. Que no es posible la vida juntos en estas circunstancias. Que nuestras diferencias son irreconciliables.
A mi se me hace que es como firmar un certificado de defunción. Y la audiencia es como ir a reconocer los cuerpos.
Pero no sé. La verdad es que no sé cómo es.
Pero algo de muerte hay acá. Y creo que la muerte sí puede meterse en los ascensores de esos edificios. Y puede pegarse el olor. Uno puede confundir ese olor, claro. Uno puede creer que es cualquier otro olor y listo.
Pero vuelvo al punto. No es casual que el único bien material que tengamos sea una cochera.
Con todos los significados que esa palabra tiene.
9 comentarios
querida Albertina...que contundente claridad y al mismo tiempo calidez en tus palabras. Son, como decía algun personaje de pelicula...como llegar a casa. Me hace sentir bien leerte a pesar de lo doloroso de la situacion. Ojalá haya sido rapido e indoloro el paso por tribunales. Te deseo solo cosas buenas. Besos
Depeche, gracias por todo lo que decís. Aún todavia no pasé por tribunales, pero me parece que será doloroso, así son las pérdidas.
Pero esto de firmar... no? De que tenga uno que firmar y decir ante otras personas que se terminó el amor. Es como que el desamor se hiciera palpable y que te roce es inevitable.
Gracias otra vez depeche por andar por acá.
lo bueno de escribir es que a veces funciona como un exorcismo, espero que al escribirlo se alivie un poco, el dolor,te extraño tenemos que encontrarnos, besos, vero.
escribir es un exorcismo, ayuda al dolor, besitos, te extraño, vero.
El amor esta legalizado y burocratizado (si es que acaso esa palabra existe)
¿ cómo estás ?
no hay nada mas dificil q tener q decirle a alguien q no sentis lo mismo, q por algun motivo se te fue el amor...
suerte con eso... y hop hop arriba los corazones!
El exorcismo siempre funcionó para mí por escrito. Igualmente, el tema de firmar (vuelvo al tema) es la materialización de algo que ya no está en mi imaginación o en mi cabeza. Muchas veces terminé con relaciones (o terminaron conmigo, da lo mismo), pero fueron menos palpables, es más, el fin de la relación se traducía en algo que dejaba de suceder. Pero ahora tengo que ir con una abogada, y afirmar ante un letrado que ya no quiero el matrimonio que tuve. Burocracia, hacerse cargo de las decisiones anteriores y actuales, decirlas en voz alta ante testigos extraños... no deja de ser para mi una experiencia singular. Me encanta que svp, nacho, vero y depeche dejen algo por acá. Estoy bien; "óptima", como diria un compañero de trabajo.
Lo que viene siempre es mejor. Es una ley física de la naturaleza. Si hubiera un momento y lugar mejor que éste, seguramente ya estarías ahí.
Saludos!
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