lunes, 7 de septiembre de 2009

antes de eso y después de eso

en 0:35
Una tarde, estando casada, corrí a la habitación donde mi esposo estaba durmiendo y lo desperté.
Me lancé al hemisferio izquierdo de la cama y empecé a llorar desesperadamente.
Él, aturdido, levantó su cabeza y me preguntó en voz alta qué me pasaba, por qué lloraba. Si alguien había muerto.
Yo le dije estoy tan triste, tan triste.
Él insistía con eso de la muerte de algún familiar o de un accidente fatal en la ruta. Eso me entristecía más.
Moví la cabeza de un lado a otro. La hice tambalear diciendo No varias veces. Entonces él me abrazó fuerte. Empujó mi cabeza contra su pecho al punto de ahogarme. Mi boca había quedado abierta y aprisionada en un territorio ajeno; apenas un agujero, una claraboya que arrojaba luz sobre la epidermis de un hombre conocido.
Corrió mi pelo hacia atrás, alejándolo de la humedad. Puso sus manos sobre mis ojos. Los arrasó, dejándome ciega. Y luego me dijo que ya pasaría.
Mi cuerpo sangró esa tarde. Una hemorragia púrpura llegó a teñirme los dedos de los pies. Y yo, tan llena de coágulos, subí al primer piso de la casa a juntar la ropa y ponerla en cajas de cartón.
Luego de eso, comencé a tener pesadillas. Traicioné cada una de ellas.
Poco después, tuve sueños. Que no se cumplan, ahora pienso, que no se cumplan no es el verdadero problema.
El problema es otro.
Pero no quiero decirlo.

8 comentarios

Anónimo dijo...

Me gustò, tus personajes femeninos me hacen acordar a mis exs ¿O serà que a las actuales uno no las puede ver?
Saludos
Ramiro

Albertina on 7 de septiembre de 2009, 13:51 dijo...

No estoy tan segura de si se ve mejor de lejos o de cerca...
Pero bueno, creoq ue mis personajes son muy "exs".
ja.
gracias por pasar.
beso.

Anónimo dijo...

fuerte como comer ajies putaparió

Julieta dijo...

no me animo a decirlo, no me animo a ponerle palabras a estas tristezas... no me animo a darme cuenta, no me animo...

Lic. R on 9 de septiembre de 2009, 0:10 dijo...

Muy triste la verdad... esa imbécil necesidad de clasificar el dolor del otro cuando uno no está en condiciones de poder ver, escuchar, sentir a quien está al lado. O no querer...
Tremendo Lorena.
Ramiro.-

Albertina on 9 de septiembre de 2009, 11:20 dijo...

fran: qué metáfora...

Juli: ey! animate.

Ramiro: Creo que es eso. Cuando uno no quiere escuchar. Ni quiere decir. Ahí se sangra.
Su primera visita me honra.
beso.

Gabi Gervasoni dijo...

Un flash, un miguelito, un piquete... eso son tus textos. QUIERO COMPRAR UN LIBRO TUYO!!

Albertina on 22 de septiembre de 2009, 21:12 dijo...

Gaby!!!! Dame nueve meses!!!!
beso enorme.

 

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