Pienso en que debería tener una casa. Lindero al living, un patio donde salir a jugar con un perro de raza pequeña. Unos vecinos que ya hayan acomodado su vida en sillones antiguos y se muestren aliviados de deudas.
También debería existir un hombre de unos 33 años que alquile un departamento interno detrás del chalet de Nora, una vieja solitaria y mercenaria que ingresa a la habitación durante la siesta y espía la forma que tiene de doblar la ropa y dejarla sobre la cama. (Y esas cenizas de cigarrillo en la mesa de luz, minúsculos presagios de las cosas que se desvanecen).
Pienso que debería liberar de mitos a mis discos y dejar de leer autores norteamericanos.
Y ver películas en donde el amor es imposible. Y que no haya problemas con eso.
Pienso que debería comprar uno de esos felpudos de bienvenida y frotar mis zapatos sobre la B.
Y tener plantas en el balcón.
Y algunos pájaros.
Luego, hacer copias de llaves de las rejas del edificio.
Y dejar que las cosas caigan donde yo no las vea.
Y que mi extremidades no tengan sentido los domingos y los feriados.
Y que no me hagas llorar.
Pienso más o menos eso.
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6 comentarios
lindo texto. pero no entiendo porque habrías de desmitificar un disco (a menos que hayas mitificado a Cristian Castro)
ufff si te contara...
es un placer encontrarte en medio de tanta cosa dando vueltas en internet.
Lei casi todos tus post y creo que me enamoré.
se agradece cada texto.
Me gustó! Mucho. Beso mundial.
Anónimo: pero muchas gracias!!!
Flavio: beso de cuartos de finales!!!!!!!!
Me embarré en el patio...je
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