jueves, 26 de noviembre de 2009

los restos de la misma guerra

en 0:54



- Necesita algo más?
- No. Así está bien, gracias.

Pero no está bien. Casi nada está bien. Y estoy algo cansada de ponerme en punta de pies y balancearme entre el abismo y los jardines. Un péndulo de carne y hueso, dramático y lloroso, que cuelga junto a la ropa de entrecasa de una familia numerosa; a lado de las medias con puntillas de Ema, la más chiquita.
Y entonces la lluvia se empecina sobre la ciudad. Se arroja de manera suicida desde las terrazas y cae directamente en los tachos de basura. Lo que sobra queda en la ropa de la gente.
El capuchino me moja la nariz y me nubla la vista. Y tiemblo dentro de mí. Como si alguien me hubiera golpeado con esos palillos de metal y me llegara la vibración a las cuerdas vocales. Y canto bajito con la voz aguda. Y tomo el sobre del edulcorante y lo enrollo. Y paso la mano por mi pelo. Y me muerdo los labios. Y lloro tanto… Tanto que la moza me abraza y me dice que ella también lloró antes de venir.
Y mira alrededor y me dice que no me preocupe por los demás clientes. Que son inofensivos. Que ellos van a hablar de mi, de la mujer que lloró en el bar, al lado del ventanal. Pero que no podrán saber por qué, entonces van a decir: “estaba llorando… lloraba mucho...”
Y yo siento las mariposas muertas en mi estómago. Quiero vomitarlas y ver cómo eran en primavera. Pero la moza me dice si quiero agua. Y entonces vuelvo a mirar la lluvia. Hay demasiada afuera, le digo.
Ella sonríe y se va.
Nada de esto está bien, pienso. Tomo el teléfono y marco su número.

- Hola
- Hola, soy yo
- Hola
- Decidí viajar al final. Ahora está lloviendo mucho acá. Allá está lloviendo también?
- Si, bastante
- Estoy en un bar ahora
- Ah…
- Queria decirte…
- Ana…
- No, no… quería decirte
- Qué?
- Que hice 140 kilómetros hacia Buenos Aires
- …
- Y todavía te quiero.

to be continued...

4 comentarios

La Luna on 5 de diciembre de 2009, 1:07 dijo...

Hermosa, hermosa, hermosa imagen.
Y entonces la lluvia se empecina sobre la ciudad. Se arroja de manera suicida desde las terrazas y cae directamente en los tachos de basura. Lo que sobra queda en la ropa de la gente.

El vómito de mariposas, también, hermoso, pero de una manera mucho más dolorosa y retorcida. Belleza everywhere.

Besos!

pd. palabra de verificación (que ya podriamos ir abreviando en PdV -aunque suena a síndrome de alguna enfermedad terrible-) sessessi, o sea, sé sexy (?), está clarísimo.

Albertina on 5 de diciembre de 2009, 9:54 dijo...

Impecable. Funcionará como un horóscopo o autoayuda? Voy a ver si me pongo re contra sexy este fin de semana.
Los mensajes ocultos de las palabras de verificación son un tema para tesis de cualquier comunicador. Pero ellos no lo puede ver, estudian el facebook y los blogs...

Lo de las mariposas... el cuerpo expulsa lo que está muerto en uno, o lo que está infectado. Me lo explicaron la otra vez, me decían algo de la ingenieria del cuerpo...

palabra de verificación: harinvi (me gusta entrar a mi blog como si no me perteneciera)
harinvi harinvi... no será harakiri en indio?
que me haga el hara kiri?
eh?
naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Flavio dijo...

Me gustó esta entrega por partes, y por momentos me intrigó. La frase transcripta es genial.
PD: para mí no es harakiri en indio, es habibi en mandarín.
Y esta? Desseris...

Albertina on 7 de diciembre de 2009, 10:16 dijo...

mmmmmmmmmmmmmmmm desseris...
mmmmmmmmmmm

 

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